Entendemos por sobreentrenamiento el exceso de actividad física, que, lejos de mejorar nuestro rendimiento, lo perjudica. Por este motivo, suele afirmarse que es mejor llegar a una competición un poco “corto” de entrenamiento que “pasado” de forma o sobreentrenado. Algunos de los efectos del exceso de entrenamiento son los siguientes:
- Reducción del apetito
- Alteraciones del sueño
- Disminución de energía
- Sensación de agotamiento
- Irritabilidad
- Desgana en los entrenamientos
- Actuaciones poco brillantes en las competiciones, pese a haber entrenado mucho.
El descanso como parte del entrenamiento
- Descanso total: Es lo que la palabra dice, principalmente no hacer nada de la rutina física cotidiana. Parar del todo un día o un periodo de tiempo.
- Descanso activo: Es realizar la misma actividad deportiva pero a un ritmo no superior al 60% de tu pulso máximo.
- Descanso total: Es lo que la palabra dice, principalmente no hacer nada de la rutina física cotidiana. Parar del todo un día o un periodo de tiempo.
- Descanso activo: Es realizar la misma actividad deportiva pero a un ritmo no superior al 60% de tu pulso máximo.
¿Descanso total o descanso activo?
El descanso total es recomendable al menos una vez a la semana para regenerar nuestro organismo y sobre todo para desintoxicarnos psicológicamente de la rutina. También recomendable el día después de un entrenamiento o prueba extenuante, en el que te duele hasta el cielo de la boca. Una marcha, una carrera, un entrenamiento agotador que te ha dejado agujetas hasta en las pestañas… Al día siguiente descansa del todo.
El descanso activo es mi favorito y te explico por qué. Cuando sales a realizar ejercicio al 60% de tu intensidad, bien sea correr a pie, montar en bici, nadar, caminar… están trabajando los músculos de tus piernas a una muy suave intensidad. Este ejercicio, más que un trabajo a nivel muscular es como un suave masaje. Al no tener una gran carga (no tienen que hacer mucha fuerza porque la intensidad es baja), el movimiento muscular que realizamos permite un importante incremento del riego sanguíneo y solicita al corazón que envíe sangre a todos los músculos. Este aporte de sangre durante el ejercicio suave nos ayuda a eliminar las toxinas de los músculos y a la vez nos aporta nuevos nutrientes. De esta manera recuperamos nuestros músculos y las buenas sensaciones mucho antes que si estuviéramos parados.
El descanso activo siempre es recomendable hacerlo con un ejercicio en el que estén implicadas las piernas. El motivo es muy sencillo: a músculos más grandes realizando una recuperación activa a una intensidad suave, mayor será el aporte de sangre requerido, por lo que mayor será el aporte de nutrientes que recorra nuestro cuerpo en ese entrenamiento de recuperación y mayor será nuestra recuperación. No podemos hacer un entrenamiento de recuperación con el tren superior. Bueno, se puede hacer, claro que sí, pero tendrá más efectividad si éste se realiza con los músculos más grandes de nuestro cuerpo, y estos se encuentran en el tren inferior, en las piernas.
MUY IMPORTANTE: No te pases con la intensidad. Que el descanso activo sea un entrenamiento suave. Si te pasas y vas más rápido, no será descanso, se convertirá en un entrenamiento. Si es necesario, salo. Mejor solo que mal acompañado.
Recuerda preparar y secuenciar tus descanso al igual que preparas tus entrenamientos. El descanso es otro entrenamiento más. Si no lo haces bien, no avanzarás en tu estado de forma. Sé egoísta con tu descanso y escucha a tu cuerpo. Sólo respetando lo que tu organismo te pide, conseguirás mejores resultados.
Aqui el arroyo de los cagaos
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